En un pequeño rincón, al fondo de un hogar, –entre cajas de cartón y un delgado haz de luz– se encuentra un particular taller. En este lugar, una fila de alicates descansan colgados, una fotografía en blanco y negro tiende en la pared y en los estantes figuran botes de pintura, aerosol, pinceles de toda dimensión y alambres de diversos grosores. Este es el taller de Fernando Ferrufino, un arquitecto dedicado a la creación de bicicletas miniaturas.
Cada vez que uno atraviesa la puerta de su taller, entra a un mundo escondido que escapa de la cotidianidad.
Fernando aún guarda la primera minibici que hizo, las diferencias entre ésta y las actuales son inmensas. Antes, eran de una sola pieza y totalmente estáticas. Las réplicas ahora guardan diversos detalles: 36 radios por cada rueda –como una bicicleta real–, una montura con resortes, un manubrio con frenos, bocinas, luces delanteras y traseras, canastas y cadenas sobre los ejes de las ruedas.

Original minibicicleta con un esqueleto como centro estructural de la misma
El proceso de creación de las miniaturas, inicia con el “chasís” o estructura, hecho de alambre y moldeado a través de una máquina que pule, taladra y genera piezas especiales. En este primer paso, se crea la estructura donde serán puestas las ruedas. La segunda etapa consiste en la fabricación de ruedas que demanda tiempo y paciencia para posicionar más de 70 radios sobre los ejes. Luego, viene la fase de pintado y soldado de los frenos y detalles personalizados. Todo este ciclo demora entre cuatro a cinco días. Las bicicletas miden 20 centímetros de largo y pesan 400 gramos. Entre algunos modelos especiales se encuentran: una bicicleta con una guitarra Fender, la bicicleta de los Huanca, la de Elliot de E.T. extraterrestre, el modelo tándem (de dos asientos) y 10 prototipos que muestran la evolución de este medio, desde la más antigua de 1790 hasta la plegable, una de las más modernas. Ferrufino ya ha construido 50 bicicletas. “Quiero llegar a las 100 para hacer una exposición”, manifestó Fernando. ¿Por qué bicicletas? – Porque significó un desafío, porque es un medio ecológico y “el vehículo del futuro que ha sido inventando en el pasado”, respondió el arquitecto.
Si te gusta el mundo en miniatura tienes otra entrada en nuestro blog que trata sobre este tema

Esta es la bicicleta tándem creada por Fernando
Fuente: Los Tiempos