Una compañía de Christchurch (Nueva Zelanda) ofrece dinero a los empleados que vayan todos los días en bici al trabajo. De esta manera pretende «energizar a su personal» y acabar con la dependencia en las ciudades de los coches.
Los empleados que pedaleen desde casa al trabajo y viceversa recibirán 5$ al día. Si siguen haciéndolo por las de medio año esa cantidad se dobla hasta los 10$ al día. Dicha cantidad la recibirían como un bonus al final del año.
«Durante algún tiempo, llevo pensando que sería bueno incentivar el ciclismo de alguna manera. Estoy muy interesado en el ciclismo [y] el efectivo es una gran manera de incentivarlo» dice Tim Chesney de la agencia de publicidad Make Collective.
«Mi instinto me dice que esto podría ser algo muy bueno para el ambiente de trabajo. Sé por mí mismo que me siento con más energía, mi sangre está fluyendo realmente», comenta con simpatía Chesney.
Chesney apuntó que algunos empleados eran reticentes porque la oficina no tiene duchas. Sin embargo, la oferta de conseguir cientos de dólares extra un año es demasiado buena como para negarse. Ya hay cinco de sus seis empleados que se han unido a esta iniciativa.
«El dinero extra que recibirán viene directamente de las ganancias del negocio, pero creo que habrá numerosos beneficios tangibles como resultado de venir en bici al trabajo».
El desarrollados Elliot contó que la recuperación de su viaje en bici al trabajo es «la peor parte» pero que el beneficio para la salud es mucho mejor que ser miembro de un gimnasio. «Esto está siendo muy agradable» apunta Elliot. Además comenta que durante su viaje ve a la gente alimentado a los patos de los estanques, leyendo… Algo muy diferente a esperar que los semáforos se pongan en verde para seguir conduciendo su coche.
Su ministra de transporte destaca la importancia de vías para bicicletas
De acuerdo con el consejo, Christchurch tiene más ciclistas que cualquier otra ciudad de Nueva Zelanda, con trece grandes rutas a través del centro de la ciudad. La ministra de Transporte Julie Anne Genter dijo que la inversión en ciclovías fueron la clave para la reconstrucción, dentro de un programa que costó 150 millones de dólares. Apunta también que hacer ciclovías seguras son la clave para hacer de Christchurch una ciudad sana, feliz y vibrante llena de gente.

Fuente: The guardian