Un sistema de alquiler sin anclaje que sí funciona

 Gijón se sumará a la creciente expansión de las bicicletas para uso compartido sin anclaje a una estación física. Sin embargo, lo hará con un marcado sello local y tratando de evitar los inconvenientes que estos vehículos causan en ciudades de Asia y Europa. Las empresas gijonesas Eco-lógica -dedicada a la fabricación, distribución y alquiler de bicicletas- e Izertis -especializada en soluciones tecnológicas- han puesto en marcha el proyecto TuCycle. A modo de experiencia piloto sacará a las calles de Gijón 150 bicicletas para uso ciudadano. Estas podrán cogerse y dejarse en casi cuarenta ubicaciones diferentes.

Esta iniciativa usará la ciudad como banco de pruebas y para venderse como una opción de futuro en otros lugares. Cuenta con el respaldo del Centro Municipal de Empresas a través de su fondo Capital Semilla y de la cesión del espacio público necesario para ubicar sus estaciones durante un año.

El proyecto aprovechará las ventajas de los sistemas de bicicleta compartida ya presentes en muchas ciudades, pero puliendo sus defectos. Por un lado, prescinde de estaciones físicas como las que utiliza el servicio de GijónBici. Estas suponen un elevado coste de obra civil y mantenimiento. En su lugar utiliza sistemas de bloqueo integrados en las propias bicicletas; un método que en los últimos años se ha popularizado globalmente por grandes compañías asiáticas que han ‘inundado’ el planeta.

Se pretende evitar el carácter «invasivo» de estas bicicletas, que pueden dejarse en cualquier lugar en la calle para que las coja otro usuario; lo que llega a generar importantes molestias e inconvenientes. TuCycle, a diferencia del resto, solo permitirá estacionar sus vehículos en los lugares prefijados, una fórmula «más ordenada y óptima».

Se trata de un sistema más ordenado que los que se han implantado en otras ciudades

Su funcionamiento se basará en sistemas de geolocalización y geo-posicionamiento. Para acceder a estas bicicletas el primer paso será descargarse una aplicación móvil que llevará un monedero incorporado. Cada media hora de uso, hasta un máximo de dos horas, costará 50 céntimos. Bastará con leer con el teléfono el código QR de la bicicleta que se pretende coger y automáticamente su candado quedará desbloqueado y el alquiler empezará a correr. Aunque el candado podrá bloquearse en cualquier momento, el alquiler no finalizará hasta que se haga dentro del perímetro de las estaciones autorizadas. La empresa, además, ‘jugará’ con sus usuarios, ofreciendo por ejemplo recompensas a quien lleve bicicletas a estaciones que estén vacías.

 

Fuente: El Comercio

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