Las bicicletas plegables se están convirtiendo en una de las opciones más interesantes para la movilidad urbana. Sin embargo, el pequeño tamaño de sus ruedas suele ser un inconveniente para garantizar un transporte cómodo y rápido. Como solución a este problema, el diseñador Andrea Mocellin presenta su rueda plegable Revolve, patentada en 2015, con la que pretende «inventar, diseñar, desarrollar y fabricar una nueva manera de moverse para los viajeros globales».
El mecanismo patentado se ha alcanzado después de varios años, cientos de modelos 3D y docenas de prototipos físicos con el fin de obtener el mecanismo de plegado más eficiente y preciso. La misión era construir la rueda más compacta que se haya fabricado. Los productos plegables intemporales, la robótica, las juntas universales y la filosofía de la rueda Omni son algunos de los precedentes de los que ha partido Andrea para el diseño de Revolve.
El objetivo de esta propuesta es revolucionar el sector de las bicicletas gracias a que esta rueda se pliega reduciendo el espacio que ocupa hasta en un 60%. Así, una rueda de 66,5 cm -lo normal en una bici de paseo- se pliega hasta ocupar sólo 22,6 centímetros. Gracias a un mecanismo de apenas unos minutos, esta rueda pasa a tener un volumen casi plano que permite que se empaquete y transporte de manera más compacta y sencilla.
Las llantas son no neumáticas (NPT) o Airless -es decir, no son soportadas por la presión del aire- que se han utilizado en vehículos pequeños como los cortacéspedes y carros de golf motorizados. En concreto, el neumático de estas ruedas está hecho de una malla tejida de alambre recubierto de zinc y con bandas de titanio.
Se trata de una rueda que recoge multitud de avances tecnológicos
Además de cómo rueda de bicicletas, Andrea Mocellin propone que sus Revolve puedan servir para sillas de ruedas, drones, hoverboard o patinetes. Es más, este diseñador pretende que sus ruedas puedan ser intercambiables y servir para diferentes tipos de vehículos.