El bike packing ha crecido significativamente en los últimos años. Son numerosos los ciclistas, viajeros y aventureros que se acercan a esta modalidad. ¿No sabes de qué estamos hablando? El manual práctico Bike packing. La aventura de viajar en bici, firmado por Javier Bañón, te guía para sustituir las alforjas clásicas por bolsas más pequeñas y mejor colocadas.
Tradicionalmente, el viajar en bicicleta ha estado ligado a cargar sobre portabultos anclados en el cuadro (primero de acero y luego de aluminio) una serie de alforjas donde el cicloturista llevaba sus enseres. Se trata de un sistema perfecto para grandes viajes donde tenemos que llevar mucho material y transitar por carreteras o caminos bien pisados, pero tortuoso para pequeñas e incluso grandes salidas donde prima el minimalismo y la aventura y abundan los senderos rotos.
Frente a esto, el bike packing propone repartir los enseres en pequeñas bolsas alojadas en distintos puntos de la bicicleta. Con ello, se reparte y reduce el peso. Persigue una experiencia dinámica más cercana a la que percibimos al pedalear sin ningún bulto sobre esta.
Todo cambio de sistema supone sopesar antes los pros y contras, por eso te los resumimos aquí:
Ventajas del bike packing
- Este concepto de cicloturismo se inventó para poder ir por caminos estrechos, no asfaltados y por trialeras técnicas. Todo gracias a que las bolsas van centradas en la bici. Esto ayuda a repartir el peso entre las ruedas y a mantener el equilibrio, además de la ventaja de cargar con menos peso.
- Las bolsas van enganchadas con velcros o cierres rápidos en varios puntos del cuadro. Así se evita llevar todo el peso en los ojales donde engancha el portabultos que, a veces, cuando se produce mucho traqueteo, acaban cediendo y se salen los tornillos.
- Se gana en aerodinámica, ya que las bolsas no sobresalen tanto como las laterales.
- Nos obliga a seguir la máxima del minimalismo en cada una de nuestras salidas. Esto nos hará disfrutar más de la experiencia dinámica sobre la bici. Mejor experiencia dinámica y mejor experiencia humana, siempre y cuando nuestro afán por llevar al límite la cuestión del peso no nos deje en franca desventaja ante una noche de frío en la que necesitemos determinado saco o más ropa.
- Muchos de los actuales sistemas permiten un desembalaje de las bolsas en apenas segundos. Eso facilita montar el campamento en apenas minutos.
- Las bolsas de bike packing permiten extraer el aire existente en el interior y así llevar al mínimo el volumen.
- La mayoría de bolsas se montan y desmontan sin herramientas. Por eso es muy cómodo adaptar la bici para uso diario (urbano), fin de semana o viaje más largo.
Inconvenientes del bike packing
- Las bolsas son más limitadas en espacio, por lo que llevamos menos peso, solo lo imprescindible. Todos los «por si acaso» se quedan en casa. Al final ganamos eficiencia, pero perdemos algo de comodidad (por ejemplo, al acampar: tendremos que ir en plan muy básico).
- En el caso de la bolsa de sillín, si el modelo que llevamos no tiene estabilizador (anti-sway), es posible que pedaleando de pie o en senderos y roderas rotas se nos mueva de lado a lado.
- Al bajar la tija telescópica podemos hacer tope físico con la rueda trasera si no hemos calculado previamente el hueco. Hay que tenerlo en cuenta e investigar qué fabricantes (como Porcelain Rocket o Bedrock Bags) hacen bolsas de sillín específicas para este tipo de tijas.
- Al distribuir la carga hay que ser muy cuidadoso con la que va en el manillar. No tanto por el volumen de la carga sino por el peso, que es lo que realmente puede complicar el pilotaje en zonas técnicas. Este inconveniente se puede convertir en ventaja si se ubican en el manillar solo objetos que sean voluminosos y comprimibles, como el saco de plumas, un abrigo plumífero o la esterilla hinchable.
Fuente: Desnivel