Desde el Reino Unido nos llega este invento bautizado como Rubbee, un motor eléctrico para bicicleta universal. Se engancha a la tija del sillín y hace fricción directa a la cubierta de la rueda mediante un rodillo de silicona. Aquí residen sus principales ventajas: vale para cualquier bicicleta, no tienes que cambiar ninguna pieza en tu bici y su instalación tarda sólo unos segundos.
Pesa 6,5 kilogramos y tras cargarse durante dos horas nos permite ir a una velocidad de 25 km/h durante 15 minutos sin tener que dar ni una pedalada. Incluye también un sistema de frenada similar a los ABS del coche, que para evitar derrapes es «consciente» de cuándo la rueda deja de estar en contacto con el suelo.
De momento es un prototipo que busca financiación mediante Kickstarter, por lo que puedes ayudar a financiar el producto comprándolo por adelantado. Cuesta la friolera de 960 € y ya lleva recaudado la mitad de lo que necesita. Si quieres colaborar o más información de sus desarrolladores pincha aquí.