El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha ratificado la intención de reformar el reglamento de circulación. Con ello pretende tener en cuenta los nuevos vehículos, como los patinetes eléctricos o las bicicletas. Además, plantea exigir seguros que cubran los accidentes que puedan provocar.

Marlaska ha comentado los planes de su departamento en declaraciones a los medios. Ha sido tras reunirse en la sede del Ministerio con las asociaciones de víctimas de accidente de tráfico. A ellos, ha garantizado toda la colaboración para luchar contra la que ha denominado «violencia vial».

En el día en el que se ha conocido la muerte de una mujer que fue atropellada por un camión cuando circulaba en patinete eléctrico en Sabadell, el titular de Interior ha señalado que la Ley de seguridad vial da las pautas para actuar tras este tipo de accidentes. Será la justicia quien deberá determinar el grado de imprudencia del conductor que cometió el atropello.

Marlaska ha pedido no olvidar que los conductores de patinetes y bicicletas pueden convertirse también en «victimarios». Pueden causar daños serios a terceras personas, como los peatones. También ha planteado la necesidad de que la ley tenga que exigir un seguro.

«Una garantía de que la víctima de cualquier tipo de siniestro causado por estos vehículos también quede perfectamente cubierta»

El titular de Interior no ha querido entrar a valorar normativas municipales que obligan ya a los patinetes eléctricos a circular por la calzada. Pero ha reconocido la preocupación existente y la necesidad de contar con una normativa estatal.

Marlaska ha expuesto a las asociaciones de víctimas las medidas que estudia su departamento para mejorar la seguridad vial:

• Desde la reducción de la velocidad en las carreteras convencionales, donde se concentra la mayor parte de los siniestros
• A la actualización del carné por puntos, para castigar con más fuerzas las distracciones por el uso del móvil.

Su objetivo es dar también un impulso a la formación de los futuros conductores, con la idea de que «los cursos ‘online’, no presenciales, quizá no sean suficientes y adecuados».

Fuente: El Periódico