Si los coches cuentan con numerosos sistemas para aportar mayor seguridad a la conducción y a las personas, había que inventar algo para facilitar las cosas a los ciclistas. Cada vez son más los aficionados a esta práctica deportiva o de ocio, y cada vez hay más accidentes. Por eso, a alguien en Ponferrada se le encendió la bombilla de la inventiva y acaba de patentar un artilugio que se incorpora a la bicicleta. Con él, el ciclista tenga más datos de información cuando va en circulando en carretera y evitar ser alcanzado por detrás por un vehículo.
Iván Sánchez Merayo lo llama I-Safe.
¿Qué es?
Se trata de un sistema de seguridad predictivo, que emite unas señales visuales (cámara de video) y auditivas al ciclista para prevenir ser atropellado por alcance. «Es aplicable a todas las configuraciones de bicicletas, garantizando a los usuarios una situación de seguridad frente a los imprevistos de la carretera o vías de circulación». Así lo indica el promotor e inventor de esta iniciativa.
Se trata de un aparato patentado que proporciona los instrumentos necesarios para poder actuar en caso de peligro. Así, estamos hablando de seguridad, dado que evita accidentes por alcance, colisiones y desafortunados impactos que puedan ser causa de muerte, entre otras. También de prevención de accidentes, dado que aporta al ciclista un sentimiento de confianza, ya que, según afirma su inventor, «se siente apoyado, dada la existencia de la cámara».
¿Cómo funciona?
«I-safe advierte visual y auditivamente al usuario sobre los vehículos cuya aproximación sea de impacto inminente, con un margen aproximado de 150 metros. Esta distancia es de referencia, dado que es dependiendo de las mejoras de los radares utilizados y sus próximos avances. Así se da al ciclista la posibilidad de reaccionar y evitar la colisión. Puede configurarse en varios sistemas de información para el uso del ciclista. Por ejemplo, en el teléfono móvil. También en el denominado Ciclocomputador 2.0, así como en las Smart glasses, conocida como las gafas que proyectan al usuario una pantalla. De igual forma, puede ser montado o fabricado como una pantalla adaptada en la muñeca o en el manillar de la bicicleta.
El sistema I-safe de Iván Sánchez consta de cuatro partes.
- Una de ellas es la cámara. Situada en la parte trasera del usuario. Con la que se visualiza y graba la parte posterior de la vía o la calzada.
- Un radar, que analiza la aproximación de los vehículos y avisa al usuario cuando el vehículo «rebase la línea del arcén o la trayectoria sea en carácter de colisión».
- El artilugio. Aún espera patrocinio para su fabricación; lleva igualmente varios receptores, que visualizan y graban al menos un elemento de fijación conectado por Wifi, Bluetooth o por cable.
- En cuanto a la aplicación móvil (el software), este sistema, una vez que los sensores son activados, remiten la señal captada por la cámara a los receptores y activa la pantalla para visualizar y grabar la aproximación de vehículos y adelantamientos improcedentes, permanentemente o sólo cuando sea con carácter de colisión, con el objeto de prevenir riesgo de fuga en caso de accidente.
Cuatro elementos que funcionan para mejorar la seguridad del ciclista
El artilugio I-safe activa voluntariamente la grabación o cuando el sensor de aproximación de vehículos se activa, para proceder, en caso de que se estime una negligencia, con la aportación de pruebas a las autoridades judiciales o de la investigación.
Con esta prueba se podrá actuar en un juicio en casos concretos como accidentes con la fuga del vehículo infractor, que como es sabido es un tema de actualidad nacional e internacional. También servirá como prueba en caso de exceso de la velocidad permitida, así como adelantamientos improcedentes. En definitiva, aporta información al ciclista, pero también es una herramienta que sirve como disuasoria para el conductor del coche o el camión que se acerca demasiado a los ciclistas que van por la carretera.
La idea es que aparezcan inversores interesados en fabricar este tipo de artilugios y aprovecharse de la patente firmada. Por lo pronto, el dueño de esta patente no tiene empresa para fabricar el producto. Pero en caso de contar con financiación, la idea sería producir y generar el empleo en el Bierzo. Tras el anuncio de su invento por parte de Sánchez Merayo y su asistencia a la feria de Ginebra, en Suiza, han sido ya varias las firmas que se han puesto en contacto con él para conocer detalles de la iniciativa. Incluso una conocida marca de bicicletas.
Es necesaria una inversión de partida para sacar adelante este proyecto
El trabajo del emprendedor berciano ha llamado la atención del colectivo de inventores españoles. De hecho, a la feria de Suiza, desde el 11 al 15 de abril, acudieron siete inventores de España, uno de ellos Sánchez Merayo.
La presencia en esta muestra de referencia mundial de la inventiva y la patente se debe al respaldo que ha tenido del Ayuntamiento de Ponferrada. Este ha colaborado con una ayuda de 1.000 euros desde la concejalía de Innovación.
En la muestra de Ginebra estaban presentes unos 600 expositores de todo el mundo. Además supone la apertura de importantes posibilidades de promoción de la idea desarrollada por el emprendedor berciano.
Fuente: Diario de León