Boris Johnson es el carismático y pintoresco alcalde de Londres. Además, un apasionado y fiel defensor de la bicicleta como medio de transporte urbano. Así, una de las grandes medidas que adoptó el alcalde durante su primer mandato fue la de instaurar el sistema público de bicicletas en la capital británica. Sistema que al igual que en otras ciudades europeas ha sido adoptado para mejorar el problema del transporte en la ciudad y aliviar la congestión en torno al centro, y lo hizo con mucho éxito, siendo un sistema eficiente y utilizado cada vez más por más y más personas.
El servicio público londinense fue llamado Cycle Hire e inaugurado en verano de 2010. Contaba desde el principio con 5.000 bicicletas y 315 estaciones a lo largo de la ciudad. Lo cierto es que a partir de su gestión, ha crecido de forma considerable el uso de las bicicletas en Londres como medio de transporte urbano. Hecho que permite reducir el tráfico de vehículos y gozar de una ciudad más limpia para todos. Además fomenta el turismo con unos precios muy competitivos para cualquier usuario británico o extranjero (por trayectos inferiores a media hora no pagas nada).
Con el sistema público de bicicletas, también se ha promovido el uso de las bicicletas en Londres con el desarrollo de infraestructura adecuada para que los ciclistas puedan circular de forma segura. Diversas campañas desarrolladas en su mandato han permitido que cada vez sea mayor el número de personas que eligen las bicicletas para desarrollar trayectos cortos en la ciudad. Y muchos también utilizan el sistema de transporte multimodal: bicicleta + tren o metro.
Aun así no todo ha sido un camino de rosas y en la primavera de 2012, bajo la campaña Love London, Go Dutch, más de 10.000 ciclistas salieron a manifestarse en las calles por unas infraestructuras mejores, reivindicando carriles con separadores, intersecciones adaptadas a las dos ruedas y límites de velocidad de 30 kilómetros por hora para los coches.
Las reivindicaciones fueron contestadas con un nuevo plan de Johnson que además de recoger la mayoría de las peticiones de los ciclistas británicos pretende alcanzar una cifra de desplazamientos en bicicleta diarios 400% superior a la actual para 2020.
El alcalde británico predica con el ejemplo y él mismo se mueve habitualmente en bicicleta, y bien sea puro marketing o plena convicción ha sido reelegido en dos ocasiones y se ha ganado el respeto de sus conciudadanos. El número de usuarios de las dos ruedas se ha duplicado en Londres en diez años dando lugar a los 575.000 desplazamientos en bici diarios, y una de las causas es el sistema público de bicicletas implantado desde 2010.
La conclusión parece clara. Un sistema público de bicicletas bien gestionado le va a venir bien a Madrid, convirtiéndola en una ciudad más limpia, más deportista y más sostenible.