Ministerio holandés de Transporte ha prohibido temporalmente el uso de un vehículo eléctrico con carro delantero para llevar niños, de la marca Stint. Es el mismo en la que viajaban los cuatro menores, entre 4 y 8 años, fallecidos el pasado 20 de septiembreen un accidente en la localidad de Oss (en el sur del país). Chocó contra un tren de cercanías en un paso a nivel. Las autoridades consideran ahora que no es seguro, y ya no podrán circular por la vía pública a partir de esta medianoche. El modelo está en el mercado desde 2012 y combina una carreta delantera con ruedas, con el volante y estructura de los patinetes segway. Pueden llevar 10 niños, y hasta el choque, estaban en uso en Holanda unos 3.500.
El éxito de los stints, como son llamados coloquialmente, se debe a que son una alternativa más asequible que los autobuses, o bien taxis, para el transporte escolar. Sus principales clientes eran guarderías y parvularios, pero los inspectores de transportes consideran que el diseño original “ha sufrido cambios que no han sido aprobados por el ministerio”. Edwin Renzen, dueño de la compañía, considera la decisión “prematura porque la investigación sigue abierta y no se ha establecido la causa del accidente”. Transportes analizará también “la posibilidad de que la radiación electromagnética del ferrocarril interfiriera en el manejo del stint”. Para conducirlo no se necesita carné o casco y se puede llevar desde los 16 años
El pasado 20 de septiembre, y según testigos presenciales, la conductora, de 32 años, no pudo frenar a tiempo y acabó entre las vías del tren. Llevaba cinco menores a bordo, y el convoy de cercanías los arrolló a todos. Además de los cuatro pequeños muertos, entre ellos dos hermanas de la misma familia, otro menor y la cuidadora resultaron heridos de gravedad. Están ya fuera de peligro, pero tienen por delante una “larga recuperación”. Para todas las familias afectadas se hizo una colecta que suma ya casi 250.000 euros
Fuente: El País