¿Funciona realmente el control de dopaje tecnológico en el ciclismo?

 

En todas las jornadas de la presente Vuelta se realizan un alto número de controles en bicicletas de los equipos en busca de fraudes tecnológicos (en la etapa de Sierra Nevada, más de 250). El método se basa en una tablet que por medio de una app detecta los flujos magnéticos de las bicis para detectar si han sido modificadas para introducir algún tipo de ayuda motorizada o dopaje mecánico. Los comisarios apenas tardan unos segundos en inspeccionar cada bicicleta. En su estreno, en el Mundial de ciclocross de 2015, se detectó un motor en la bici de una ciclista belga Sub-23, Femke van den Driessche, que fue sancionada: seis años sin competir. Desde entonces, se calcula que se han realizado unos 42.500 controles y no se han detectado ninguno más.

Ahora, un reportaje conjunto del Corriere della Sera, France 2 y ARD, denuncia que el método que la UCI ha implantado no es capaz de detectar las formas más avanzadas de este tipo de fraude. La presencia de estos controles, que en alguna ocasión se ha apuntado que una de sus funciones es más para disuadir a los infractores, es ineficaz con ciertas técnicas que se podrían estar realizando para dotar a las bicicletas de ayuda motorizada.

Momento en el que un juez pasa la tableta que detecta pulsos magnéticos a lo largo de las diferentes estructuras de la bicicleta de competición para detectar un posible dopaje tecnológico

En una prueba que se realiza estos medios junto a técnicos, la app da datos confusos cuando se analiza una bicicleta modificada para contener un motor y no detecta otra que cuenta con los últimos avances de este tipo de fraude, como son las ruedas de inducción magnética (una modificación cuyo coste estaría en 20.000 euros). Sólo son capaces de detectarlas con rayos X, método desechado por la UCI por su complejidad y problemas para usarlo en carrera.

Radiografía de una rueda alterada con la nueva tecnología magnética para aumentar la velocidad de la bicicleta durante el pedaleo

Una teoría que refuerza la candidatura de David Lappartient, el rival del actual presidente Brian Cookson por dirigir la UCI (las elecciones serán durante el Mundial de Berggen). El francés, entre los puntos de su programa, especifica la importancia de la lucha contra este fraude, dejando entrever que no se está haciendo todo lo posible.

La UCI se apresuró este lunes a lanzar un comunicado defendiendo su método de detección y recordando «no existían normas y sanciones sobre el fraude tecnológico, ni ningún sistema de detección» cuando Cookson accedió a la presidencia en 2013. El sistema actual, testado a través de un laboratorio independiente, «es capaz de detectar un motor oculto en el 100% de las ocasiones», según arrojó ese examen. Un sistema presentado en Suiza el año pasado, donde se invitó a un número reducido de medios.

 

Fuente: AS

Pintado de bicis, Clases de mecánica y Reparación de bicicletas.

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