El accidente se produjo el pasado domingo cerca de las 22:00 de la noche. Asier Martínez Gómez, navarro de 11 años circulaba con otros dos amigos en bicicleta por su pueblo, Corella, por el carril-bici que sigue la calle Fermín Arteta. En el tramo que atraviesa la calle Yerga un joven conductor de 22 años les arroyó con su vehículo causando heridas a una de las pequeñas que iba con Asier y propinándole a él un fuerte golpe en la cabeza. La chica fue dada de alta para recuperarse en su casa esa misma noche, pero Asier no pudo sobrevivir al golpe y falleció días después.
Ahora no sirve de nada lamentarlo, porque no es suficiente. Ni culpabilizar a la víctimas, que en este caso al ser un niño sería todavía más deplorable que de costumbre. Hay que hacer sentir a cualquier conductor de un coche la enorme responsabilidad que adquiere cuando circula junto a otros elementos muchos más débiles que él.
Hasta que no exista una verdadera concienciación traducida en que al circular cerca de un ciclista, un carril bici o en una situación en la que pueda aparecer una bici aminoren la marcha y pongamos los 5 sentidos, seguiremos leyendo este tipo de noticias. Lamentablemente.