La Graciosa, que así se llama la octava isla, se halla en el extremo nororiental del archipiélago de las Canarias, separada de la punta más norteña de Lanzarote por un estrecho de poco más de un kilómetro al que dicen El Río. Una vez llegas ahí, en barco desde Lanzarote, lo que te encuentras es una isla sin asfalto donde la opción más lógica, por la que opta casi todo el mundo al llegar, es alquilar una bici de montaña. Es la isla de las bicicletas.
Un buen lugar para ir pedaleando es la playa de las Conchas, que está en el norte, a cinco kilómetros largos de Caleta del Sebo, y es la más bella de la isla y una de las más bonitas de España: 600 metros de arenas doradas, bañadas por un mar de vibrante color turquesa y enmarcadas por el volcán Montaña Bermeja y el islote Montaña Clara, ambos rojos como ascuas. Desde allí se puede volver dando un rodeo por la playa de la Lambra (que no es de arena, como parece, sino de minúsculas conchas) y por las soledades de Pedro Barba. En total son 15 kilómetros de recorrido, lo cual no es mucho, siempre que se lleve agua en abundancia, algo de comer y la adecuada protección solar, porque fuera de Caleta no hay nada, ni un árbol, ni una fuente y no digamos ya un chiringuito.
Otro día se puede ir pedaleando a la punta contraria, la del Pobre (7,4 kilómetros desde Caleta del Sebo), para admirar las fantasías que Vulcano, Eolo y Neptuno han esculpido en las rubias calizas del volcán Montaña Amarilla: toboganes, olas, espigones, bañeras de gigantes… En España no hay nada semejante, salvo, quizá, algunas calas rocosas del almeriense cabo de Gata, que son un capricho de los mismos dioses.
Cómo llegar
» Dos navieras, Líneas Marítimas Romero (www.lineasromero.com) y Biosfera Express (www.biosferaexpress.com), hacen la travesía de Órzola (Lanzarote) a Caleta del Sebo (La Graciosa). Sale un barco aproximadamente cada media hora desde el amanecer hasta la puesta del sol. El trayecto dura 20 minutos. Desde el aeropuerto de Lanzarote a Órzola se puede ir en taxi o en autobús.
Información
» Turismo de La Graciosa (928 59 25 42; www.turismoteguise.com).
Si uno se aburre de comer pescado fresco, de pedalear entre volcanes rojos y amarillos y de ver playas espectaculares y crepúsculos del primer día del mundo, que todo puede ocurrir, en el puerto ofrecen salidas de buceo y excursiones en barco alrededor de La Graciosa y a las islas menores que forman con ella el llamado archipiélago Chinijo (pequeño, en la jerga local): Montaña Clara, Alegranza, el Roque del Este y el del Oeste. Si uno se sigue aburriendo es que no está hecho para el paraíso, como no está hecho el asfalto para La Graciosa.
Fuente: EL PAÍS.