En la actualidad, los problemas de contaminación han llevado a los fabricantes de automóviles a buscar recursos sostenibles con los que poder propulsar sus vehículos. El hidrógeno es una de las posibilidades y en ese aspecto la empresa alemana Linde no sólo ha decidido centrarse en el mundo de las motocicletas y los coches, sino que ha decidido buscar nuevas metas entre las que destaca su modelo de bicicleta eléctrica Linde H2.
Esta bici ha sido dotada de una pila de combustible que tendrá una gran autonomía usando tan solo unos gramos de hidrógeno. Para conseguirlo solo ha sido necesario sustituir la batería eléctrica de una bicicleta, por una pila de combustible compacta de hidrógeno. Un mecanismo mucho más sencillo de lo que te puede parecer en un primer momento y que permite al ciclista rodar a una velocidad de 25 km/h durante 100 kilómetros con tan sólo 34 gramos de hidrógeno. Además, sólo tarda unos minutos en cargar la batería.
Una propuesta 100% respetuosa con el medio ambiente que ayuda a mejorar nuestra calidad de vida en las ciudades. Además, evitan la congestión del tráfico y con sus pequeños motores permiten a los ciclistas cubrir distancias cada vez mayores. Prueba de ello ha sido su rápida aceptación en las ciudades en las que se han instalado sistemas de bicicletas eléctricas como Madrid. De hecho, en la Unión Europea las ventas han aumentado más de diez veces en los últimos nueve años.