Dos hermanos holandeses han descubierto que su bicicleta robada en París acabó en Marruecos. La noticia, conocida a principios de febrero, ha vuelto a poner de actualidad los robos de bicis, un peligro al que se enfrenta todo ciclista. Ofrecemos algunos consejos e ideas para intentar ponérselo más difícil a los potenciales cacos.
En primer lugar, es fundamental escoger un candado seguro. Hay de distintos tipos: espiral, pitón, con eslabones… Existe un consenso de que el tipo más adecuado es el antirrobo tipo U, dado que es el más difícil de romper. A la hora de aparcar la bicicleta, el candado debe amarrar el cuadro a un elemento fijo de la vía, y hay que asegurarse de proteger también las ruedas. Una posibilidad es un cable de acero que se pasa por ambas ruedas y se ata con el mismo antirrobo. Si no se dispone de él, se pueden desmontar las ruedas para que pasen por el candado.
Es importante dejar el velocípedo en un lugar transitado, porque cuanta más gente pase por el sitio, más difícil será que puedan actuar los ladrones. Otro de los consejos sería no abandonar la bici durante la noche. Dado que no todo el mundo dispone de un lugar para guardarla en casa, una opción interesante pueden ser los aparcamientos vigilados para bicicletas. En Madrid, por ejemplo, hay dos opciones, los de Don Cicleto (con una tarifa de unos 20 euros al mes), y los aparcamientos de la Empresa Municipal de Transporte, que ya se pueden reservar (a un precio de unos 15 euros al mes) y comenzarán a funcionar el 10 de marzo.
Informar de las nuevas opciones de aparcamiento de las ciudades siempre es interesante