Pittsburgh podría ser un destino al que viajar este año debido a un museo. Sin embargo, no se trata de un museo realmente, se trata de una tienda de bicis llamada Bicycle Heaven, abierta desde 2011 y que se ha convertido en una de las grandes atracciones de la ciudad. Este hecho se debe a su impresionante colección de bicicletas
Esta tienda-taller-museo, que cuenta con más de 3.500 bicicletas, hace lo que sea para ayudar al cliente a encontrar la bicicleta perfecta. Su dueño, Craig Morrow cuenta con bicicletas que van desde los materiales más modernos hasta la madera. En este lugar hay filas enteras de bicis de siglos pasados, incluyendo una Yellow Submarine Beatles, la primera bicicleta de fibra de vidrio, la futurista Bowden Spacelander (una vez expuesta en el museo de Brooklyn), una bici inspirada en Betty Boop e incluso la famosa Pee-wee Herman (la bicicleta protagonista de la película homónima de Woody Allen). En esta tienda incluso se puede ver cómo una bicicleta quedó incluida dentro de un árbol cuando éste continuó su crecimiento alrededor de ella.
Los visitantes de esta tienda la llaman Groovy Cranky Panky Sprocket Room (algo así como la habitación maravillosamente maniática de piñones), pueden ver también elementos decorativos creados con bicis, como la psicodélica pared cubierta de partes de bicis. Craig Morrow comenta que en un solo fin de semana pueden entrar a visitar su tienda unas 200 personas al día. Siendo 9 de cada 10, visitantes de fuera de ciudad.
Muchos visitantes han convertido a esta tienda en el museo más importante de Pittsburgh. La tienda cuenta con tres plantas y los visitantes solo pueden ver dos de ellas, porque según su propietario «si las visitaran todas se perdería gente».
Morrow dice que sigue buscando bicis; muchas veces los visitantes le traen bicis que él compra y muchas otras tambié dona bicicletas.