Parece que estamos viviendo el auge, cada vez más prominente, del uso de la bicicleta no solo en España, sino en muchas ciudades de Europa y del mundo. Cada vez más personas hacen uso de este vehículo por necesidad, por empatía hacia el medio ambiente o simplemente por hacer deporte. Esto ya ocurrió a mediados del siglo XX, donde se necesitaba la bici para para ir y venir del trabajo; los coches eran caros y la bicicleta era la alternativa más obvia. Miles de bicicletas atravesaban las calles para llevar a sus dueños a sus puestos de trabajo y las autoridades al darse cuenta obligaron a los poseedores de una bicicleta a pagar un impuesto de circulación, tasas de peaje al cambiar de pueblo y lo más importante para los gobiernos regionales, la matriculación de la bicicleta. Esto supuso un gran incremento en las arcas del estado.
En este mes de Junio de 2017 la RACE y otras organizaciones han planeado exigir la matriculación de vehículos de tracción mecánica como la bicicleta. ¿Por qué? Según ellos para reducir las muertes por accidentes de tráfico. Además de la matriculación de la bicicleta también han considerado imprescindible crear un seguro obligatorio para poder circular en ella. De esta manera, según este club, todos los vehículos que circulen por las vías estarían sujetos a la misma normativa.
Para nosotros es un gran honor que quieran protegernos de esos fatídicos accidentes que provocan en la mayoría de ocasiones conductores despistados o carreteras peligrosas. Pero no entendemos el mecanismo por el cual una matrícula y un seguro en podrán salvar nuestra vida. En entornos más hostiles entendemos que la matrícula podría detener un impacto de bala… y salvarnos la vida pero en España no sabemos cómo este sistema salvaría nuestra vida.
Fuentes: Legend Ebikes