Son 38 puntos. 38 tramos que concentran el mayor número de colisiones de tráfico en las que hay implicadas por lo menos una bicicleta y que el Ayuntamiento de Barcelona tiene identificados como “tramos prioritarios a intervenir” porque registran una concentración que se considera “elevada”. Esto es, cuando se han producido tres colisiones o más en un tramo de 100 metros en laborable durante un año; más de 1,4 accidentes en fin de semana o 1,8 de noche. Los puntos no siempre corresponden con carriles bici. Son esquinas donde ha habido un accidente con una bici implicada y del que tiene constancia la Guardia Urbana: las colisiones reales pueden ser más.
El estudio, que elaboró la Agencia de Salud Pública por encargo del área de Movilidad se cerró con datos de 2014 y muestra también la evolución del número de colisiones con bicicletas implicadas. De 388 registradas en 2010 se saltó a 646 en 2014, un 66% más. Pero cabe recordar que las colisiones con bicis implicadas son solo el 3,9% de todos los accidentes de tráfico y que las bicis representan el 2,6% de los desplazamientos dentro de la ciudad. En la mitad de las colisiones hubo al menos un coche implicado (49,4%), en un 20,7% un peatón y en un 17,5% una moto. El número de bicicletas implicadas en choques con víctimas pasó de 399 en 2010 a 672 en 2014 (65% más), aunque los ciclistas que resultaron gravemente heridos nunca han pasado de 17. En todo el periodo hubo cinco ciclistas muertos. A falta de cerrar las cifras de 2015, en el Ayuntamiento recuerdan que ese año no falleció nadie.
La regidora de Movilidad, Mercedes Vidal, explica que uno de los objetivos de la Estrategia de la Bicicleta “reducir las colisiones”. “Se ha hablado mucho de la ampliación de la red de carriles bici a 300 kilómetros, pero el gran objetivo es mejorar la seguridad de los ciclistas, de ahí que la mayoría de los nuevos carriles serán segregados”, afirma. El 98,5% de accidentes son leves, porque se producen a baja velocidad. “La bici sigue siendo un vehículo con una accidentalidad muy baja”.
Fuente: EL PAÍS.