Desde el 29 de junio de este año, los habitantes de la ciudad holandesa Eindhoven pueden disfrutar de un recorrido en bicicleta sin interrupciones ni riesgos gracias a la construcción de “Hovenring”, una rotonda “flotante” creada especialmente para ciclistas.
La infraestructura, de uso gratuito, permite que los ciclistas provenientes de cuatro rutas distintas ingresen a la rotonda por unas rampas y salgan en cualquier otra avenida, sin toparse en ningún momento con los automovilistas que circulan por la autopista, que está dispuesta bajo la rotonda.
Desde lejos, la rotonda parece estar flotando sobre la autopista, ya que la estructura circular de 72 metros de diámetro está unida a 24 cables que, a su vez, convergen en un poste central de 70 metros de altura. Su construcción se ideó porque por la autopista circulan, aproximadamente, 25.000 vehículos por día, lo que convertía el lugar en un sector peligroso para quienes transitaban en bicicleta, especialmente para los niños, quienes tomaban esta ruta para asistir a sus colegios. Ha tenido un coste total de 20 millones de euros.
Si bien antes de “Hovenring” los ciclistas del lugar tenían ciclorrutas habilitadas en un costado de la autopista y equipadas con semáforos, bastaba con que un automovilista o un ciclista no respetara una luz roja y se podía desencadenar un accidente. En la imagen superior, se distinguen las anteriores ciclovías de color café.
Como la ciudad de Eindhoven es sede de varias empresas mundiales de tecnología e iluminación, se consideró necesario que la autopista A2, acceso principal y ruta de ingreso a la ciudad de Veldhoven y al suburbio Meerhoven, tuviera una infraestructura imponente y ejemplar, que demostrara parte de su identidad, caracterizada por la innovación tecnológica y por su incentivo al uso de la bicicleta, como medio de transporte.
Durante su construcción a principios de 2012, el viento de la zona provocó que los cables vibraran más de lo esperado, por lo que se decidió cambiar todos los cables por otros más resistentes.
El 29 de junio de este año, día de la inauguración, la rotonda fue escenario de una verdadera fiesta ciudadana, en la que todos los asistentes pudieron celebrar con dulces y bebidas. En “Hovenring” se colgaron globos y se realizó una carrera entre un concejal de Eindhoven y otro de Veldhoven. Además, en una tienda de automóviles ubicada a un costado de la autopista, se instalaron pequeñas rampas en las que los niños pudieron practicar con sus bicicletas.
“Hovenring” es un ejemplo de políticas públicas inclusivas para los usuarios de las bicicletas, quienes se incrementan considerablemente al ver los efectos positivos que tiene su uso en la salud física y mental, y en el medio ambiente. En Chile, las autoridades se deberían subir más seguido a las bicicletas para que vean las deficiencias y obstáculos presentes en las ciclovías y noten la falta de esta infraestructura en ciertas regiones del país, siendo que es anhelada por muchos.
Fuente: Bicycle Dutch.
