Hasta hace muy poco las ruedas de 26 pulgadas eran casi la única opción si te comprabas una bici de montaña, pero las de 29 han llegado para quedarse.
Estas últimas comenzaron a utilizarse en el mundo de la competición oficialmente desde 2004 aunque no sustituyeron a sus hermanas pequeñas, que siguieron siendo las más utilizadas. La situación está cambiando y todas las grandes marcas ya tienen modelos de alta gama que montan ruedas de 29″. Ahora bien, ¿en qué se diferencian?
A grandes rasgos las de 29″ son más rápidas y las de 26″ más maniobrables.
- Una rueda de 29″ tiene más diámetro, por lo que al dar una pedalada recorre más distancia: a igual cadencia más recorrido.
- Por ello también sortea de manera más facil los obstáculos, como baches o piedras.
- Es más grande, tiene más superficie tocando el suelo y como consecuencia mayor tracción, por lo que es más dificil derrapar en las curvas.
- El centro de gravedad está más bajo lo que le da mayor estabilidad a la bicicleta.
En el siguiente vídeo se aprecian estas ventajas respecto a una bicicleta con ruedas de 26.
Pero no todo son beneficios…
- No puedes poner ruedas de 29 pulgadas a una bici de 26 pues el cuadro y la horquilla deben estar diseñados para ellas.
- La bicicleta con ruedas de 29 es más grande.
- El peso de la bicicleta es mayor.
- Tiene menor maniobrabilidad.
Existe la opinión de que los ciclistas más bajos encontrarán mayor dificultad que los altos a las ruedas de 29 pero siempre que el tallaje de la bicicleta corresponda con su altura, no habrá ningún problema. Es cuestión de adaptarse.
Nuestra recomendación es que si tu ruta habitual transcurre por vías adaptadas al trafico rodado te plantees las 29 pulgadas. Si por el contrario la utilizas para hacer rutas por caminos complicados, encontrarás tanto beneficios como desventajas.
Chema A.R.