El ciclismo fortalece muestro ritmo cardiovascular y fuerza muscular. A pesar de que andar en bicicleta parece solo trabajar las piernas, también puede involucrar la parte superior de tu cuerpo y los músculos centrales si lo haces bien y si estás atento a esos músculos.
La bicicleta trabaja principalmente la parte inferior del cuerpo. Con el tiempo, verás las mayores ganancias en la fuerza muscular y el tono en la parte inferior del cuerpo si practicas ciclismo con regularidad. Al pulsar los pedales de una bicicleta te dedicas a tus cuádriceps, que son los músculos grandes en los muslos, y subir colinas o el uso de engranajes más grandes requieren más esfuerzo por parte de estos músculos. Los glúteos también están comprometidos cuando los pedaleas hacia abajo.
Si usas zapatillas de ciclismo y pedales sin sujetadores, también puedes tirar hacia arriba del pedal en cada movimiento. Este movimiento hacia arriba trabaja los isquiotibiales. El ciclismo también utiliza los músculos de la pantorrilla para continuar la fuerza generada por los cuádriceps y los tendones hacia abajo a través del pie y los dedos, especialmente durante la parte inferior del movimiento del pedal cuando el pie está más cerca del suelo.
La parte superior del cuerpo se usa menos al andar en bicicleta, por lo que los ciclistas profesionales por lo general han definido unas piernas increíblemente fuertes, pero unos pequeños miembros superiores. Los brazos y los hombros se utilizan principalmente para bombear el manillar de lado a lado durante la escalada en las colinas escarpadas. Sin embargo, algo de fuerza es necesaria en los brazos, la espalda y los hombros para ser capaz de mantener una buena postura.
Una buena forma para el ciclismo también requiere unos músculos centrales fuertes. Mantener la posición correcta del cuerpo para este deporte implica la utilización del centro para mantener la espalda recta, hombros hacia abajo lejos de los oídos y el estómago un poco jalado hacia adentro Esta posición del cuerpo es ideal y ergonómica, previniendo la fatiga y las lesiones de muchos kilómetros en la carretera, mientras que también permite el uso máximo de la pierna y los glúteos.
Durante tu viaje, dirige tu conciencia a estos músculos para sentir cómo se utiliza cada uno durante los movimientos de la bicicleta. Mantenerse al tanto de los músculos te ayudará a lo largo del tiempo para manejar adecuadamente la bicicleta, mantener una mejor forma y lograr más fuerza. La fuerza del centro abdominal es especialmente importante no sólo para el ciclismo, sino para las exigencias de la vida cotidiana, así que tómate tiempo extra para trabajar en ellos.
Fuente: eHow