Las cuestas dejan de ser una tortura para convertirse en una diversión.
Las rutas más largas o difíciles son más accesibles.
Con la ayuda extra del motor eléctrico los ciclistas en menor forma física o con menos técnica, pueden acceder a rutas que antes les estaban vetadas. Y los que están fuertes como el vinagre puede intentar nuevos retos. Una bicicleta eléctrica amplía fronteras a todos los riders
Se suda tanto o más que antes.
Uno puede pensar que la bici te evita el esfuerzo, pero no, yo acabo igual de agotado que con una bici sin motor. A lo mejor porque se rueda más tiempo, porque al pesar más la bici se activa más la musculatura de brazos y tronco, o porque uno se está divirtiendo tanto que no es consciente del esfuerzo realizado.
Se estrechan las distancias entre riders buenos y menos buenos.
Esto quiere decir que pueden atacar la misma ruta un grupo de amigos o familiares donde el nivel sea diferente. Si usted quiere que su marido o mujer le acompañe en sus salidas, quizá una ebike sea el regalo perfecto para estas navidades
Las bicicletas eléctricas prolongan la vida del ciclista.
Cuando ya ten van cayendo las castañas y se acumulan las lesiones, no se funciona igual que cuando se tiene veintipocos años. Yo tengo una rodilla machacada, con 5 operaciones, gracias a una ebike he vuelto a montar como cuando mis dos piernas estaban sanas como lechugas.
Fuente: El País