Más de mil ciclistas hicieron “el muerto” en las calles de Londres esta semana en protesta por la peligrosidad del tráfico de la ciudad, a propósito de la muerte de seis ciclistas urbanos durante el mes de noviembre, según informa BBC. Los siniestros se produjeron únicamente entre los días 5 y el 18 del mes por lo que la escandalosa siniestralidad de noviembre no ha podido pasar desapercibida por la administración londinense. Casi una veintena de muertos en los que va de año.
En la reivindicación los deportistas se lanzaron al suelo junto a sus bicicletas, mientras otros sostenían velas en honor a sus “compañeros” fallecidos producto de accidentes en las calles londinenses.
Los organizadores piden que el 10% del presupuesto para transporte de cada barrio o comuna sea invertido en infraestructura para ciclistas a fin de evitar más fallecidos. Boris Johnson, el alcalde londinense famoso por usar la bicicleta en sus desplazamientos cotidianos, abrió una gran polémica entre los colectivos ciclistas cuando en el debate de la alta siniestralidad que estaba sufriendo la capital justificó que «muchos ciclistas se saltaban los semáforos e iban a velocidad excesiva» y que ya se habían gastado 1.200 millones de euros en la revisión de tramos peligrosos para ciclistas.
Algo que a raíz de las cifras parece no ser suficiente.