A pesar de ser atropellados, acosados, insultados y, a menudo, tratados como ciudadanos de segunda clase en la carretera, los ciclistas son los más felices de todos los conductores.
Contra la imagen idílica del conductor triunfador y sonriente que nos intentan colar los spots de la industria del automóvil, quienes se trasladan en bicicleta son tres veces más felices en el trayecto que los automovilistas.
Al menos esa es la conclusión a la que han llegado varios estudios realizados por profesores y alumnos de la Escuela de Planificación Urbana de la Universidad Estatal de Portland. Los peatones según los citados estudios, son casi tan felices como los ciclistas, aunque no llegan a quedar tan bien parados en el ranking del bienestar en la movilidad.
A partir de encuestas realizadas a 828 personas que usaban diversos medios de transporte para desplazarse, se concluyó que desplazarse con la energía de uno mismo «aumenta el bienestar del trayecto». En otras palabras, que los transeúntes más felices son los que pedalean. De todos los medios de transporte analizados, la bicicleta es la que hace a la gente más feliz, mientras las medidas más bajas de bienestar fueron registradas por personas que conducían el coche solas. Los principales factores que hacían caer las calificaciones de bienestar en la movilidad incluyen la congestión del tráfico (un problema inexistente para los ciclistas), la masificación de los medios de transporte o los problemas de seguridad, estos sí presentes en las bicicletas.
Campaña para fomentar el uso de la bicicleta para ir al trabajo en Hungría
Si montas en bici sonríes más, así de fácil.
Nota: fuente VivaLeBio