Los coches y las bicis están obligados a convivir y por tanto es esencial conocer las normas de circulación para promover el respeto mutuo y la seguridad de todos.
Algunas veces por desconocimiento de las normas y otras por pura sensación de inseguridad, no circulamos en bicicleta de manera correcta o no respetamos a los ciclistas, exponiéndonos a riesgos innecesarios. Estos son algunos de los errores más comunes que cometemos al circular en bicicleta o al convivir con ellas en ciudad y en carretera.
¿Qué hacemos mal los ciclistas?
«Voy por la acera porque es más seguro que circular por la calzada»
Los ciclistas pueden circular por el carril-bici o por la calzada, pero no por la acera, ya que son considerados vehículos de motor. Los ciclistas pueden circular por el carril-bici, pista-bici, acera-bici y sendas ciclables.
«En ciudad me pego bien a la zona derecha del carril por el que voy para no molestar a los coches»
En ciudad los ciclistas pueden circular por el carril derecho o el izquierdo: el que sea más indicado para la dirección que van a seguir. Generalmente se recomienda utilizar el carril derecho y limitarse al izquierdo para girar hacia la izquierda, pero no es una norma. Pero deben circular por el centro del carril y así los ciclistas se hacen más visibles y se evitan posibles accidentes (apertura de puertas, giros a la derecha).
«Las señales de tráfico no afectan a los ciclistas»
La bicicleta debe respetar todas las señales de tráfico, incluidas las de limitación de velocidad y los semáforos. En cuanto a la velocidad, un ciclista debe circular a la velocidad que se indica en la vía en la que transcurre, con un máximo de 45 km/hora (se puede superar en situaciones muy concretas, como en descensos prolongados con curvas). En una zona con prioridad peatonal, el ciclista debe adaptar su velocidad a la que llevan los peatones.
«En las rotondas, si vamos en grupo, hay que ceder el paso a los coches»
Si circulamos en grupo y el primer ciclista ya ha entrado en la glorieta o rotonda, los ciclistas tenemos prioridad sobre los demás vehículos: un grupo de ciclistas se considera como una única unidad. Dentro de la rotonda, podemos circular por el centro del carril que estemos utilizando y debemos señalizar correctamente y con antelación nuestra intención de salir de ella.
«Puedo utilizar auriculares porque no voy conduciendo»
No está permitido el uso de auriculares ni el uso del teléfono móvil cuando montamos en bicicleta, igual que ocurre si conducimos un vehículo ya que pueden no dejarnos escuchar un coche que se aproxima o cualquier otra señal acústica.
«Me he tomado unas cervezas, pero no pasa nada porque voy en bici»
Como en el caso de los vehículos motorizados no está permitido montar en bicicleta con una tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro y los ciclistas también están obligados a realizar las pruebas de detección de tóxicos. Tampoco está permitido circular en bicicleta bajo el efecto de psicotrópicos, estimulantes o estupefacientes, incluidos los medicamentos que alteren el estado físico o mental para circular sin peligro.
«El paso de peatones lo puedo cruzar montado en la bici»
Si el paso de peatones no está señalizado para bicicletas al cruzar el paso de cebra es necesario descender de la bici y cruzar a pie, como un peatón más.
«Luces, casco, reflectantes… No me hacen falta»
Ir en bici nos hace menos visibles para los coches y por tanto todas las bicicletas deben llevar los elementos reflectantes homologados (catadióptrico trasero rojo que no sea de forma rectangular). Además, si circulamos de noche es necesario llevar una luz delantera blanca y una luz roja trasera, y también una prenda reflectante que en tramos interurbanos nos haga visibles desde 150 metros. El timbre es un elemento obligatorio en las bicicletas según el reglamento general de vehículos. Y en el caso del casco, en menores de 16 años es obligatorio en todas las vías, mientras que en mayores de 16 años solo lo es en las vías interurbanas.
«Si vamos en grupo hay que circular en fila de uno»
Los ciclistas pueden circular en grupo en fila de uno o en paralelo en fila de dos excepto en condiciones de baja visibilidad o de tráfico denso. Esto aplica en carretera y en vías urbanas (no hay ninguna norma que diga que en ciudad hay que circular de uno en uno). Circular en paralelo, además, es una manera de hacernos más visibles para los demás vehículos y es legal.
¿Qué hacemos mal los conductores?
Hay que respetar una separación como mínimo de un metro y medio con los ciclistas que hay en la calzada. Si pasamos demasiado cerca de un ciclista y además no moderamos la velocidad se produce lo que se conoce como «efecto sumidero» pudiendo hacer que el ciclista pierda el control de la bici y se caiga.
«Le adelanto cerca porque hay línea continua y no la puedo rebasar»
Siempre que podamos adelantar en condiciones de seguridad, después de haber comprobado que no viene ningún vehículo en sentido contrario, podemos rebasar la línea continua e invadir parcial o totalmente el carril contrario para respetar el metro y medio de distancia cuando hacemos el adelantamiento.
Además, debemos señalizar el adelantamiento con los intermitentes (¡no con el claxon!) de manera adecuada, tanto para salir de nuestro carril como para volver a él, dejando también una distancia de seguridad con el ciclista en la vuelta.
«Hay un ciclista en mi carril y va muy despacio: toco el claxon y le digo que me deje pasar»
Si no es posible el adelantamiento en condiciones de seguridad, hay que adecuar la velocidad del vehículo a la del ciclista y esperar hasta poder hacerlo. Tocar el claxon y colocarnos muy cerca por detrás para que nos dejen pasar es muy peligroso, ya que el ciclista puede asustarse y perder el control de la bicicleta, con nefastas consecuencias.
Conocer todas estas normas es importante tanto para conductores y ciclistas para asegurar la tranquilidad y seguridad de la circulación. Debe primar, además, el respeto por ambas partes porque es la única manera de llegar al entendimiento completo.
Fuente: Vitonica