La firma británica de bicicletas eléctricas Gocycle tiene un nuevo cliente, el tenista Rafa Nadal. El último ganador del Roland Garros ha compartido una foto montado el último modelo de la compañía, el G3, un modelo único en el mercado cuyo precio es de 3.999 euros.
Creada por el ex-ingeniero de McLaren Richard Thorpe, esta compañía se ha especializado en la fabricación y comercialización de un único modelo de bicicletas (G1 en el 2009 y G2 en el 2012) y ahora ha lanzado su modelo Gocycle G3 caracterizado por ser una de las bicicletas eléctricas más ligeras del mercado -pesa 16 kilos- y «por estar fabricada de magnesio y tener un sistema propio de iluminación», dice Adrián González (representante de Gocycle en España).

Con una tracción en dos ruedas, un motor de eje delantero y por un sistema de cambio de marchas predictivo, tiene un fácil manejo. También destaca por su gran comodidad gracias a las diferentes posiciones que puede tomar el sillín y el manillar.
Adrián González también quiere destacar que es uno de los pocos modelos eléctricos que no tiene cables, cadenas, engranajes, piñones o aceite porque todo está integrado. Y también su fácil sistema de plegado o el reducido espacio que ocupa. Además, las ruedas se quitan y ponen fácilmente.
Parte del público de esta marca comprende aquellos clientes que viven en zonas de costa como Rafa Nadal y en un ambiente náutico porque las características de la G3 permiten que sea muy en cualquier parte de una embarcación. No obstante, Adrián González asegura que este modelo se está convirtiendo en la bicicleta eléctrica de los famosos ya que personajes conocidos como Cristiano Ronaldo, Cara Delevingne, Alain Prost, Ángel Nieto o Carlos Arguiñano ya la tienen.
Gocycle G3 permite alcanzar velocidades de 25 km/h y tiene un alcance de hasta 80 kilómetros, dependiendo del modo de asistencia elegido y del terreno. La batería de litio integrada se carga en siete horas y tiene un sistema de gestión de energía patentado para realizar una correcta administración.
Fuentes: Gocycle y El Economista