La asamblea ciclista de Valladolid, se ha sumado desde las calles de Valladolid cortadas al tráfico por el alto índice de contaminación, a la convocatoria mundial de marchas ciclo nudistas para volver a recordar que los usuarios de la bici se sienten “desnudos ante el tráfico”, por lo que reclaman un reparto más equitativo del espacio público.
Según la asamblea ciclista de Valladolid, “no se avanza en la convivencia entre los diferentes actores involucrados en la movilidad manteniendo las trabas a compartir los espacios de circulación o planteando la separación de los mismos”.
En el caso de Valladolid con esta movilización exigen medidas de fomento del uso de la bicicleta, de restricción de los vehículos privados a motor en el centro de las ciudades o la pacificación de las mismas..
También piden, la implicación de otras administraciones; la administración central, a través de la DGT, o la Junta de Castilla y León, para evitar “sucesos como el fallecimiento de Jesús Negro, atropellado por un camión en la ronda de Valladolid”.
Además, la ordenanza anti vandálica sigue vigente, según la cual «ninguna persona podrá estar desnuda o semidesnuda en los espacios y vías de uso público, salvo que cuente con autorización expresa del Ayuntamiento o realice actividades formalmente amparadas en el ejercicio de derechos fundamentales». Por lo que también exigen esos derechos fundamentales para disfrutar de un paseo en bici.
Los ciclistas insisten en que los coches siguen imponiendo su ley: velocidad, humo, ruido y ocupación del espacio, en cambio la bicicleta es un medio de transporte perfectamente adecuado para los desplazamientos urbanos, es saludable, no contamina, ocupa mucho menos espacio que un automóvil y es completamente versátil.
Con esta marcha ciclo nudista pretenden escenificar que se encuentran desnudos ante el tráfico “por la falta de respeto de los conductores y la desidia de los gobernantes”. Porque desnudos “resaltamos la fragilidad de nuestras carrocerías, nuestros propios cuerpos. Porque desnudos conseguimos por una vez que los conductores se fijen en nosotros. Porque mostramos nuestro cuerpo con naturalidad, rompiendo el pudor y los tabúes impuestos por la moda y los intereses corporativistas. Nos enfrentamos al tráfico urbano con nuestro cuerpo desnudo como la mejor forma de defender nuestra dignidad”.
Fuente: SER