Como deportista cualquier triatleta busca ir un punto más allá en su rendimiento. Queremos subir un pequeño escalón cada día. Cuando hablamos de ciclismo la mejora pasa por soportar más kilómetros, por subir mejor, por ser más rápidos. En esa búsqueda constante de la mejora de nuestra calidad como ciclistas un indicador claro es la velocidad media de nuestras sesiones sobre las dos ruedas.
Sin embargo, no te vuelvas loco con los números. Recuerda que hay muchos factores que pueden interferir: el viento, la lluvia, el calor, el circuito, los semáforos, el tráfico y hasta la ropa que lleves puesta.
La aerodinámica lo es todo
Estamos hartos de verlo en redes sociales, pero no es ninguna chorrada. Los fabricantes de bicicletas hacen todo lo posible para crear cuadros aerodinámicos, pero el 80% de la resistencia al viento la crea el ciclista. Tienes en tus manos la posibilidad de combatir esta resistencia cuidando tu posición encima de la bici.
Usa potenciómetro
Un potenciómetro te ayuda a conocerte mejor como ciclista. Nos dice cuál es realmente nuestro estado de forma y nuestra capacidad ciclista. El hecho de usar pontenciómetro y monitorizar nuestras salidas hará que podamos ajustar mucho más nuestra velocidad en bici llevándola hasta nuestra capacidad real sin explotar.
Práctica la técnica en curvas
Muchas veces, se trata más de técnica que de velocidad.
- Tomar las curvas bien consiste en hacerlo a través de la línea más efectiva
- Tener el control de la dirección
- Asegurarse de llegar a la curva a la velocidad adecuada.
Si cada vez que te acercas a una curva quitas los pies del acelerador (por así decirlo), pierdes velocidad y tienes que trabajar dos veces más para acelerar hasta alcanzar tu ritmo inicial.
Hay que hacer series
Hacer una salida de 50 kilómetros a una determinada velocidad hará que tu cuerpo esté muy cómodo recorriendo esa distancia a esa velocidad. Pero si quieres aumentar tu velocidad en bici, deberás enseñar a tu cuerpo a ir más rápido.
Sacar al cuerpo de la zona de confort es la clave. Eso pasa por realizar entrenamientos de series. Calienta suave y luego continua con algún bloque tipo. Por ejemplo: 5 x 3′ (por encima del umbral) recuperando 3′ entre serie y serie. Estos bloques enseñan al cuerpo a trabajar por encima del esfuerzo que generalmente puede sostener y lo llevan a ser más rápido.
Pierde peso
Si ignoramos la resistencia al viento y la aerodinámica, tu velocidad en bici está determinada principalmente por la fuerza que pones a través de los pedales (potencia) y el peso total de la bicicleta más el ciclista (tú). De esta simple operación matemática se saca una conclusión sencilla. Para ir más rápido puedes aumentar la potencia o disminuir el peso.
Es importante no perder peso de una manera irracional: en primer lugar a nadie le gusta tener hambre y, en segundo lugar, la falta de combustible limitará drásticamente tu rendimiento.
Entrena acompañado
Además de buena compañía -o eso debemos de suponer- lograrás sacar un buen entreno. Salir con ciclistas más fuertes que tú te obligará a dar un punto más, lo que te llevará a mejorar tu velocidad en bici. Puede que luches por sobrevivir a la salida y que no seas capaz de dar un relevo, pero con el tiempo estos entrenamientos acaban mejorando tu tolerancia y te convierten en un mejor ciclista.
Fuente: Planeta Triatlón