La bicicleta se está convirtiendo en un básico para la ciudad. Cada vez es más frecuente utilizar este método de transporte para ir al trabajo. Y como si se tratase de un coche, los usuarios de las dos ruedas buscan en el mercado el modelo que mejor se adapte a su estilo de vida. La propuesta de Seventy’s Cycles, una joven marca madrileña, se basa en bicicletas de paseo con una estética elegante.
El proyecto de esta firma de bicicletas comenzó hace dos años. «Primero como una ilusión y más tarde cómo una realidad«, dicen sus fundadores. No obstante, la idea nace por el año 2012, una época donde iban viendo la luz las primeras restauraciones de bicicletas Seventy’s Cycles. «Buscando cuadros de familiares, también poniendo carteles en la sierra de Madrid y pueblos de La Mancha, y así se desarrollaron los primeros modelos que disfrutan algunos de nuestros clientes más cercanos y conocidos», dicen.
En esos comienzos tuvo especial importancia un viaje que hicieron los fundadores a Londres. Una ciudad totalmente adaptada al transporte en bicicleta, pero también la crisis económica. «Era un momento de crisis, de reinvención, habíamos terminado nuestras carreras, y estábamos inmersos en buscar caminos laborales. En ese momento nos vimos capaces y apostamos por algo que ese viaje nos despertó, como fue un gran interés en el mundo de la bicicleta urbana», explican.
Los fundadores de Seventy’s Cycles abrieron hace algo más de un año su tienda online. Que da la posibilidad de pedir sus modelos por encargo. Además, lanzaron la presentación de la marca en Madrid y actualmente están trabajando en la expansión por tiendas de Europa. En este camino, la confianza en uno mismo y en el proyecto ha sido fundamental. «Nosotros tenemos eso muy presente, así como escuchar esa voz interior para saber cuándo hay que cambiar ciertas cosas».
«La confianza en uno mismo es principal, si no crees difícilmente podrás crear, y lanzarte para comenzar algo así»
La filosofía de Seventy’s Cycles se basa en el negocio local para llegar a un servicio global. Trabajan con artesanos españoles especializados en el trato con la madera, el cuero, el acero y el hierro, «elementos que consideramos imprescindibles para un producto de calidad y de alta durabilidad acordes con nuestros principios y creencias». Además, su apuesta por la fórmula ‘bajo pedido’ se debe a su compromiso por «dar el máximo de nosotros y para que quede evidenciado en nuestros productos», dicen.
El cliente puede elegir entre cuatro modelos Spiegelwartier, Flatiron, Christiania, Montparnasse. También puede decidir el sillín de un catálogo de Brooks England, el manillar que mejor se adapte y una serie de accesorios artesanales para cubrir las necesidades del ciclista urbano. El tiempo habitual de fabricación y entrega de la compra es de 3 semanas. El precio oscila entre los 2.000 y los 2.200 euros.
Fuente: El Economista