Los edificios residenciales de nueva construcción deberán incluir emplazamientos específicos, seguros y resguardados. Deberán ser, al menos, el doble de bicicletas que de viviendas; los nuevos aparcamientos para vehículos a motor tendrán que reservar al menos un 10 por ciento del total de las plazas para bicis; y los planes urbanísticos deberán incluir itinerarios peatonales cómodos y seguros para acceder a los centros escolares y culturales, las zonas comerciales y de ocio, los jardines, los centros históricos y los servicios públicos de especial concurrencia e importancia. Son tres de las exigencias de la futura ley de Transporte. Que gracias a un acuerdo de IU y Podemos, apoyado por PSOE y Ciudadanos, tendrá un nuevo título, «La movilidad ciclista y peatonal». Su objetivo es mejorar la seguridad de los usuarios de la bicicleta y los viandantes. Así, abrirá la puerta a una movilidad más sostenible.
La modificación de la ley tiene su origen en una enmienda de IU, cuyo texto definitivo la coalición negoció con Podemos. El acuerdo permitió incluir en el nuevo título dos capítulos, «La movilidad ciclista» y «La movilidad peatonal», que suman seis artículos. Se creará el «Centro de atención al ciclista y al peatón» y la «Oficina de la bicicleta y movilidad activa». Esta última tendrá, entre otros objetivos y funciones, los de favorecer el uso de ese medio de transporte para que disminuya el número de desplazamientos motorizados; incrementar la seguridad ciclista; propiciar vías ciclistas y aparcamientos para bicicletas; y promover sistemas públicos de alquiler de bicicletas.
Los nuevos artículos propugnan protocolos de convivencia:
- Entre los diferentes tipos de usuarios de las vías
- Mejoras en la señalización y en la iluminación de túneles
- Colocación de paneles informativos
- Impulso de vías específicas para ciclistas y carriles bici
- Itinerarios en bicicleta para el acceso a los centros escolares.
Estaciones de tren
Los edificios públicos también deberán dotarse de suficientes estacionamientos para bicicletas. Los centros escolares, universitarios, hospitalarios, deportivos, culturales, comerciales y de ocio deben adoptar medidas para impulsar el uso de la bicicleta. Y las estaciones de tren y autobús de nueva construcción tendrán emplazamientos específicos para bicis. Por otro lado, las ya existentes tendrán dos años para habilitarlos.
Estas medidas deberían impulsarse en otras comunidades autónomas porque mejorarían la convivencia y la movilidad
En cuanto a la movilidad peatonal, los planes urbanísticos y los proyectos de urbanización destinados a acondicionar el espacio urbano tenderán a reforzar el papel de las calles, plazas y avenidas. Así se crearán «espacios clave de la vida urbana». Promoviendo lo que el nuevo articulado denomina «calmado del tráfico» y compaginando la atención preferente para peatones. Los planes de ordenación municipales deberán diseñar itinerarios que permitan trayectos a pie en condiciones de seguridad y comodidad. Se conformará una red que recorra la localidad y conecte con todos los puntos de especial concurrencia e importancia.
Fuente: La Nueva España