Tres mujeres que hicieron historia a lomos de una bicicleta

En algún otro artículo hemos abordado el papel que significó la bicicleta para la liberación de la mujer: rompió las normas de conducta que les fueron impuestas como apropiadas y su uso, marcó el comienzo de una nueva era en donde las mujeres afirmaron el control sobre sus cuerpos y les permitió controlar sus propias necesidades de transporte, ofreciéndoles una autonomía que de otra manera había estado fuera de su alcance.

Presentamos tres ejemplos de mujeres (que no las únicas) que cambiaron el curso de la historia utilizando la bici como un elemento que desempeñó un papel fundamental en el movimiento a favor de los derechos de la mujer, impulsando cambios positivos en beneficio de la confianza de sus propias capacidades, aumentando la fortaleza espiritual, política, social o económica de las mujeres y que han repercutido en la sociedad entera.

Amelia Bloomer: sufragista y promotora de la bicicleta para las mujeres

3 mujeres que cambiaron el curso de la historia en bicicleta_3Aunque esta mujer es más conocida por buscar el derecho al voto de las mujeres en EE.UU., también fue de las primeras en retar los convencionalismos que imperaban durante su época en lo referente a los códigos impuestos en la vestimenta femenina.

Y una vez más, el ciclismo está estrechamente relacionado con significativos cambios que favorecieron la emancipación de la mujer, puesto que desde 1849 Amelia Bloomer y Elizabeth Stanton, ambas ciclistas, predicaban regularmente en contra de las voluminosas faldas que como norma debían utilizar las mujeres.

Estas mujeres recibieron 1851 en Seneca Falls, Nueva York, la visita de Libby Miller, quien llegó en bicicleta vistiendo una especie de pantalón bombacho. Estos holgados pantalones fueron posteriormente llamados bloomers, a pesar de los reiterados esfuerzos de la Sra. Bloomer para dar a conocer a su verdadera creadora, pero que ella misma uso y difundió a lo largo de los Estados Unidos.

Gracias a la difusión que hizo Amelia de los bloomers, esta prenda se volvió común en clubes de ciclismo femenino a través de los Estados Unidos, y desde entonces rompieron con los convencionalismos de la época que dictaban lo que debían vestir las mujeres para andar en bicicleta.

La prenda fue catalogada como: “indecorosa” y “masculina”; fue tan innovadora en su momento, que llegó a ser celebrada como un símbolo del movimiento por los derechos de las mujeres en gran parte del mundo occidental.

Los bloomers, brindaron a las mujeres no sólo la libertad física de la movilidad y una mejor salud, también sirvieron como un desafío simbólico a las nociones de feminidad celebrada comúnmente, y representaron un cambio cultural alejado de las actitudes victorianas de la época.

Kittie Knox: combatió la segregación racial y de género

3 mujeres que cambiaron el curso de la historia en bicicleta_1Knox no sólo era mujer, sino también negra, y retó a la League of American Wheelmen -ahora la Liga de Ciclistas Americanos- al presentarse en su reunión anual de 1895, portando una membresía para dicha liga, un hecho sin precedente ya que esta asociación de ciclistas no permitía como miembros a femeninas, sino que también en sus estatutos hacían patente que sólo los blancos podían ser miembros de la liga.

Konx, armada de valor, desafió todas las normas que habían sido impuestas por la liga en aquella época y se presentó montada en bicicleta y vestida de hombre a la reunión de la liga, irrumpiendo en este espacio social que fomentaba la segregación racial y de género.

Si bien hay informes contradictorios sobre los resultados de tal jornada – algunos periódicos afirmaron que se le negó la entrada, mientras que otros dijeron que fue aceptada – su aparición en el evento, abrió al debate la división entre razas y de género en la opinión pública, en momentos en que pocas personas negras – y aún menos mujeres negras – andaban bicicletas en los EE.UU., las acciones de Knox fueron pioneras.

Annie “Londonderry” Kopchovsky: la primera mujer en dar la vuelta al mundo en bicicleta

3 mujeres que cambiaron el curso de la historia en bicicleta_2En 1894, Annie “Londonderry”Cohen Kopchovsky no era muy diferente a la mayoría de las mujeres del siglo 19: una inmigrante judía, madre de tres pequeños a los 23 años y ama de casa sumisa; Kopchovsky no era ni ciclista, ni defensora de los derechos de la mujer, pero cuando dos hombres hicieron una apuesta en la que aseguraban que ninguna mujer podía rodear el globo en una bicicleta y al mismo tiempo ganar $ 5 mil dólares en el camino, Kopchovksy asumió el reto.

Y así, el 25 de junio de 1894, Annie salió de Boston, vistiendo falda y montando una bicicleta Columbia de 50 kilos de peso con el firme compromiso de dar la vuelta al mundo pedaleando su bici completamente sola, para demostrarle al mundo que las mujeres no sólo eran física y mentalmente capaces de superar cualquier reto que un hombre pudiera hacer.

15 meses más tarde logró su cometido, dando la vuelta al mundo y ganado dinero con el reto, de hecho adoptó el sobrenombre de Londonderry, debido a un contrato que obtuvo con la empresa Londonderry Lithia Spring Water, para promocionar la marca durante su vuelta por el mundo.

A su regreso a los Estados Unidos, Londonderry, era una mujer nueva. Vestía con bombachos y se había transformado físicamente y pasó a convertirse en una firme voz, que abogó por el ciclismo femenino y los derechos de la mujer. Su viaje fue “el viaje más extraordinario jamás realizado por una mujer”, dejando un impacto inconmensurable en el espíritu de la mujer de la época, pero que perdura hasta el día de hoy.

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