La idea básica detrás de la mayoría de cascos de bicicleta es la de crear una zona de deformación que le otorgue al cerebro más tiempo para aminorar la velocidad antes de llegar a una parada en seco. En el caso de sufrir un impacto, esos pocos milisegundos adicionales pueden reducir la cantidad de compresión…
Los cascos del futuro serán de papel
