Carlos Corral, el funcionario sexagenario que quiere llenar de bicis Madrid

El Ayuntamiento organiza cinco itinerarios mañaneros en bicicleta que confluyen en la Plaza de Oriente tras recorrer 15 distritos de la capital. Participarán muchos concejales, quizá la alcaldesa, centenares de vecinos y Carlos Corral que a sus 64 años es el ideólogo del Urbanismo Sostenible y el encargado de integrar las bicis en una urbe atestada de coches, en la que la bici es todavía testimonial.

Carlos Corral, funcionario municipal desde 1983 y actual subdirector general de Planificación de la Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, que se jubilará dentro de poco, ha trabajado con todos: muy implicado con el PSOE de Tierno Galván (“era una locomotora, alguien muy cercano y a su vez un político muy adelantado a su país”), algo menos con el PP de Álvarez del Manzano, Ruiz-Gallardón y Botella (con quienes tuvo sus altibajos y vivió un exilio temporal) y, desde la victoria de Ahora Madrid en mayo de 2015, con Manuela Carmena, quien le ha devuelto el poder del que otrora gozó.

Un hombre visionario desde siempre, fue el adalid del cierre definitivo al tráfico del Parque del Retiro en 1983 en medio de las críticas de Alianza Popular y de los vecinos; también impulsó el primer plan piloto de reciclaje en España en el Distrito de Moratalaz.

Importó a la gran capital las primeras actuaciones ciclistas entre la indiferencia ciudadana (así lo atestigua el aparcabicis pionero de la calle de Campomanes).

Luego de la victoria de José María Aznar, fue desterrado al distrito de Villa de Vallecas, una zona dejada de la mano de dios: la transformó de cabo a rabo, convirtiendo una arteria donde transcurrían diariamente más de 5.000 coches en un eje peatonal sin prácticamente tráfico. Una operación premiada con prestigiosos galardones arquitectónicos.

Tras asesorar durante años en urbanismo y espacios públicos a localidades como Cuenca, Toledo, Granada, Córdoba, San Sebastián, Bilbao y Barakaldo o Sevilla, Carlos Corral está detrás de la transformación de la Gran Vía, del gran área residencial (APR) que cortará el acceso al centro en coche en 2018 y de las decenas de kilómetros de carriles bici que diseña Ahora Madrid. Ha sufrido los embates de una minoría de colectivos ciclistas anti-carril bici, quienes le atacan con el hashtag #corralbicino, pero no tiene Twitter explica.

Corral vive en Aravaca y monta en el transporte público con su bici plegable, todo un ejemplo de lo que hoy se denomina intermodalidad. “Lo irracional es atravesar el centro de las ciudades en coche. Uno de los argumentos en contra es que la Gran Vía es un eje de paso que no se puede sortear”, alega. Según él, esto es una afirmación incierta ya que entre Moncloa y el barrio de Salamanca hay 5 rutas alternativas a la Gran Vía.

“Quiero recordar que en 2018 se va a cerrar el centro histórico, Gran Vía incluida, a los no residentes, y que la velocidad permitida se situará en 30 kilómetros por hora”. Reconoce que en el Consistorio hubo un acalorado debate interno. “Van a coincidir las obras, pero lo que no queríamos es que la Gran Vía terminará soportando tráficos derivados de otras vías con una APR dividida”.

“En Navidades hubo tardes que en Gran Vía y aledaños había hasta ¡200.000 viandantes!”, exclama. “Al mismo tiempo había unas mil dentro de los coches”. “Las cuentas hay que hacerlas con personas y no con coches”, agrega. “Pueden llegar a moverse hasta 3.000 personas en autobuses cuando en el mismo lapso y en el mismo espacio entran como muchísimo 700 u 800 en los vehículos”.

Para él la polémica no es nueva, la gente se opuso a cerrar al tráfico el Retiro, sin embargo: «cuando la gente descubrió que empezaba a oír a los pajaritos, como ocurre en el Paseo del Prado los domingos [cerrado a los coches desde la llegada de Carmena], lo aceptó encantada”. Con la Gran Vía confía en que sucederá lo mismo.

“Primero el peatón, luego la bici y después los motorizados”, afirma. Arremete contra el uso de la moto, que aumentará con la APR única del centro: “La moto no puede estar en la misma situación que la bicicleta: sé que es muy duro decirlo pero es que es así. En estos momentos la moto tiene más prioridades en las ordenanzas de Madrid que la bicicleta. Una moto contamina, y el que se mosquee que se mosquee”.

La entrevista concluye en el flamante carril bici de Santa Engracia, en Chamberí, a punto de ser inaugurado. Vendrán más hasta 2019. Para Carlos Corral, los ciclocarriles (bicicletas pintadas en el suelo junto a una señal de 30 kilómetros por hora) de Ana Botella son un “monstruo”. “Sobre todo en avenidas de dos y tres carriles. Sirvió para expandir Bicimad. Pero hay que ir sustituyendolos en las grandes arterias”

 

Fuente: El Independiente

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